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Castilla de Cuéllar
El Castillo de Cuéllar o Castillo de los Duques de Alburquerque es el monumento más emblemático de la villa de Cuéllar,12 provincia de Segovia, comunidad autónoma de Castilla y León, España. Es Bien de Interés Cultural desde el 3 de junio de 1931.3
Está bien conservado y se compone de una mezcla de distintos estilos arquitectónicos, que abarcan desde el siglo XIII al XVIII, aunque predominan el gótico y el renacentista. Se trata de una edificación militar que a partir del siglo XVI se sometió a obras de ampliación y transformación, convirtiéndose en un suntuoso palacio, propiedad del Ducado de Alburquerque. En sus diferentes etapas constructivas trabajaron maestros como Juan Guas, Hanequin de Bruselas y su hijo Hanequin de Cuéllar, Juan y Rodrigo Gil de Hontañón, así como Juan Gil de Hontañón «el mozo» o Juan de Álava entre otros.
FUENTE: Wikipedia
Turégano
Un poco de historia
El encastillamiento de la iglesia de San Miguel a lo largo de sucesivas etapas constructivas tuvo como resultado un edifico de belleza sobrecogedora reconocido internacionalmente. Su origen hay que buscarlo en el siglo XII, después de que la reina doña Urraca donara Turégano al obispo de Segovia. A finales de ese siglo tuvo lugar la batalla de Alarcos (1195), en la que los cristianos sufrieron una gran derrota. Es posible que en aquel momento se decidiera construir una muralla rodeando el cerro en el que se había empezado a construir la iglesia románica de San Miguel.
La iglesia se terminó en el siglo XIII, cuando se añadieron las naves en un momento ya de transición al estilo gótico. El primer documento que menciona la existencia de un castillo son las actas del sínodo celebrado en 1440, siendo obispo fray Lope de Barrientos. Por los estudios arqueológicos sólo cabe pensar que entonces tan sólo existía la cerca exterior.
Fuentepelayo
Los primeros datos escritos que nos hablan de la villa son de mediados del siglo XII, pero parece ser que el municipio fue repoblado con anterioridad por algunas tribus de la zona donde estaban asentados los vascones o los astures.
Junto a éstos, también había noticias de civilizaciones romanas y visigodas. La leyenda dice que el pueblo debe su nombre a Don Pelayo, el rey astur iniciador de la Reconquista. Según el relato, Don Pelayo bajó hasta el término donde ahora se ubica el municipio y mandó cavar un pozo para saciar su sed y la de sus ejércitos. Junto a esta fuente se creó un campamento alrededor del cual se formó Fuentepelayo.
Fuentepelayo no ha sido siempre un pueblo con autonomía propia, a principios del milenio perteneció a la cercana villa de Cuéllar para posteriormente pasar a depender del Obispado de Segovia en 1181.
Fuentepelayo siempre ha estado ligado a la monarquía. Esta unión se puso de manifiesto en 1277 cuando Alfonso X el Sabio concedió privilegios a su concejo como villa del obispado de Segovia. Catorce años después, en 1291, Sancho IV solucionó una demanda en favor de los vasallos de Fuentepelayo, los cuales le solicitaban estar exentos del tributo de Acémilas y Fonsaderas.